martes, 4 de noviembre de 2014

La formación del género en los sustantivos


  1. Mediante morfemas flexivos:
    1. Femenino: -a (niño/a, león/leona, elefante/a)
    2. Masculino: -o, Ø, -e (niño, león, elefante)
  2. Femenino formado por medio de terminaciones especiales: actor/actriz, conde/condesa, abad/abadesa, gallo/gallina, etc.
  3. Nombres de género común: el género sólo queda indicado por medio del determinante (o del adjetivo), sin que la palabra sufra ninguna modificación: testigo, psiquiatra, oficinista, juez, médico, etc.
  4. Nombres heterónimos: se produce un cambio de lexema (hombre/mujer, macho/hembra, caballo/yegua, toro/vaca, etc.)
  5. Nombres epicenos: tienen una sola forma, masculina o femenina, para referirse a individuos de uno u otro sexo (personaje, lince, víctima hormiga, etc.). Cuando alude a un animal, se añade macho o hembra para hacer explícito el sexo: “una serpiente macho”.
  6. Palabras en que el cambio de género produce un cambio de significado: cesto/cesta, cerezo/cereza, charco/charca, etc.
  7. Falso género: la forma masculina y femenina aluden a realidades completamente diferentes: cólera, cometa, frente, etc.
  8. Género ambiguo: palabras que pueden usarse en los dos géneros: mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario