lunes, 15 de abril de 2019

Fray Luis de León: Oda a la vida retirada (fragmento)

¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspe sustentado.

[...]

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

[...]

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

[...]

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.

[...]

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.

Granja de la Flecha, donde se retiraba fray Luis de León

jueves, 11 de abril de 2019

Fragmento del 'Cantar de los Cantares', traducido por fray Luis de León

ESPOSO
 ¡O cómo eres hermosa, amiga mia!
¡ó cómo eres muy bella, y muy graciosa!
tus ojos de paloma en la alegría.
ESPOSA
O dulce Esposo mio, y que no hay cosa
que iguale á tu belleza, y gallardía:
no hay cosa acá en la tierra ansí olorosa:
nuestro lecho es florido, y la morada
de cedro, y de cipres está labrada.

ESPOSA
 Yo soy rosa del campo muy hermosa,
y azucena del valle muy preciada.
ESPOSO
 Qual entre las espinas es la rosa,
tal entre las doncellas es mi amada.
ESPOSA
 Como es ver un manzano, estraña cosa,
entre robles, y encinas estimada;
tal es á mí la vista de mi Esposo,
qu'entre todos los hijos es gracioso.

Debaxo de su sombra he deseado
sentarme, y me asenté, y ansí he cogido
la hermosa, y dulce fructa, que él me ha dado:
la cual por su dulzor bien me ha sabido.
A la casa del vino me ha llevado,
y el su divino amor allí he sentido:
cercadme de manzanas, y de olores,
que herida, y muy enferma estoy de amores.

La mano de mi amor izquierda quiero
para me reclinar, y esto me place:
presto, no se detenga, que me muero,
y con la su derecha que me abrace.